El indiferente

Si el dinero en sí no te motiva y te interesa únicamente en tanto que te permite vivir conforme a tus valores, eres un indiferente. Te gusta tener algo de dinero, pero tu objetivo principal es vivir una vida plena y realizada.

Siendo indiferente, las cuestiones materiales e incluso la seguridad financiera pasan a un segundo plano: lo importante es sentirte realizado. El dinero es un medio para un fin: sabes que lo necesitas, pero no es lo que te motiva. Quizás para ti las obligaciones financieras son un estorbo, ya que entorpecen tus pasiones. Puede que tu actitud financiera se remonte a una persona de tu vida que estuviera excesivamente preocupada por la riqueza o las posesiones, o que abordase las finanzas con despreocupación.

Derrochas en experiencias cuando te apetece, pero no gastas más de lo que puedes permitirte, ya que en general no sientes mucho apego por el dinero. Lo que más te cuesta es planificar tus finanzas a largo plazo, ya que es algo que choca con tu actitud desenfadada. Por ejemplo, pensar en tu jubilación no está en tus planes. Sin embargo, en cuanto a conciliar la vida profesional y la personal, eres un crack. Estás dispuesto a aceptar un recorte salarial o a dejar un trabajo bien remunerado para que tu vida vaya en consonancia con tus valores: un rasgo del que todos podríamos aprender.

• Sabes más o menos qué ingresos y gastos tienes cada mes, pero no prestas mucha atención a los detalles.
• Rechazas un ascenso para tomarte tres meses sabáticos, o pasas de movidas y te apuntas a un curso de cerámica.

• Aunque gestionar tu dinero no es tu prioridad, hay algunos trucos que pueden ayudarte. Por ejemplo, puedes automatizar el ahorro y las transferencias, y así dedicar tu tiempo y tu mente a otros fines. También puedes pensar que tus ahorros para la jubilación son una forma de financiar una vida idílica durante tu vejez.
• El dinero puede ser un instrumento útil para financiar las cosas que te importan: tu familia, tus aficiones o las causas que te interesan. Pensar en tus finanzas de esta forma podría motivarte.

Tu pareja ideal es una persona con la misma mentalidad que tú y con ambiciones y valores que respetes. Te podría costar estar con una persona que solo piensa en el dinero. No obstante, puede que tu pareja ideal no comparta todos tus valores económicos y financieros, pero no pasa nada.

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